El disco no es nuevo ni está calentito, pero ha sido una de las cosas más agradables que han llegado a mis oídos este último mes y no pienso dejar pasa la ocasión de comentarlo y recomendarlo, porque, entre otras muchas razones, este tercer largo de Jamestown Revival, bien puede convertirse en compañero de largo recorrido para cualquier aficionado bueno y benéfico (esto último lo digo porque, si te gusta ‘San Isabel’, es imposible que te resistas a compartirlo con alguien).
Precisamente ese título que tanto choca en español no es capricho ni es error de Jonathan Clay (guitarra y voces) y Zach Chance (piano y voces), pues con él se refieren al San Isabel National Forest, un paraje natural entre Denver y Albuquerque, donde en una cabaña (suponemos que suficientemente dotada), estos modernos Simon & Garfunkel han grabado este bellísimo álbum.
La referencia y la influencia de Simon & Gartfunkel no es gratuita y se puede apreciar desde el primer corte del disco, pero no es menos cierto que Jamestown Revival se enmarcan en una larguísima y muy fecunda tradición de la música (sobre todo norteamericana) donde tienen bien plantados los pies The Louvin Brothers o The Everly Brothers, por un lado, The Byrds o The Beach Boys por otro, y Crosby, Still & Nash en medio. Y esa tradición verdea en la actualidad con estos ‘hermanos’ Clay & Chance y los igualmente magníficos The Cactus Blossoms.
Son los rasgos musicales de esa tradición, más folk que country y con un buen pellizco de bluegrass en este caso, unidos a una ejecución vocal digna de los mismísimos ángeles (y que no es obra de Dios, sino del ensayo hasta el agotamiento) son los ingrediente primarios de este ‘San Isabel’, a los que hay que añadir un buen puñado de canciones en las que composición, armonía y arreglos siempre juegan en el mismo equipo y están también siempre focalizadas al fin supremo de la simplicidad.